martes, 19 de agosto de 2008

Viridiana eternamente

Un homenaje merecido a ella.
Mujer joven con futuro brillante... una sonrisa radiante.
Ella que durante mucho tiempo fue mi inspiración, mi alegría y hoy, es más importante que respirar cada segundo. Fría en ocasiones, concisa en otras, pero de igual manera, calida como el sol de una hermosa tarde.
Hoy no estoy a su lado aunque aún la amo, aunque su lugar esta tan cerca de mi, hoy ya no la he llamado ni corrido a buscarla... a pesar de ser lo que más deseo.
Viridiana eternamente para mi, ella siempre ella. Las promesas que un día le hice. Su belleza a cada momento, fuerte como solo he conocido a ella; los dones que desde el fondo de mi corazón soñé siempre.
Viridiana, para siempre será el amor que un día te prometí, lo juro. Deseo que para siempre sea esta dicha y el triunfo que hoy te envuelve, que jamás lo carezcas, te acuerdes jamás de mi por que yo, solo tengo ahora cosas que son contrarias a los sueños que una vez nos juramos hacer realidad... quiero que eso enorme que te ha brindado hoy la vida, nunca se vea opacado por mis problemas y aquello que guardo en silencio.
Tú que trataste de enseñarme cosas nuevas, cosas buenas, un amor que luego se esfumo en el aire, que vive en mí. Tu que me enseñaste a sonreír y reírme de las cosas mas simples.
Gracias a ti descubrí cosas que no estaba seguro que pudiera hacer, que estuvieran presas en mi alma. Gracias a ti creí en mundo mejor, un mundo donde el sol brilla para todos y las penumbras y el miedo se dispersan. Tu que me enseñaste lo maravilloso que puede ser el mundo.
Por estas cosas y por otras más afirmaré siempre como lo hice antes que, ella merece todo. Las más grandes bendiciones y hermosos regalos, la dicha infinita y oportunidades bastas para seguir creciendo.
Viridiana, que me lastima como una espina en la columna no verte hoy ni quizá tampoco mañana. Extraño tanto escucharte y que me escuches. Que me ayudes como siempre lo hiciste. Extraño tanto la sonrisa que adore hasta el ultimo momento que la vi en tu precioso semblante.
Tal vez yo llegue a ser un artista algún día, tal vez. Pero ella será una mujer que llegue tan alto como el cielo, como siempre afirmé, como tenia miedo de aceptar; ella será llegara mas alto como la mejor, tiene dentro de si una potencia abrumadora para lograr las tareas más complicadas... y la verdad es que, una mujer como ella sin duda se merece lo mejor.
Termino este homenaje Viridiana deseando que nunca llore, que en su vida no quepa el sufrimiento. Cada vez que te recuerdo con lágrimas saliendo de esos preciosos ojos, siento que la vida es injusta, que jamás debería permitir que alguien tan fuerte, tan dedicada y tan bella sufra por culpa de otros o por intentos que salieron mal.
Viridiana eternamente la estrella más grande. Que Dios y el amor que guardo siempre para ti te protejan cada día de tu vida y seas tan feliz, como yo siempre desee que fueras.
Flor pequeña y tierna en medio del desierto cruel que es el mundo.